Sobrevive el bebé más prematuro del mundo
Sobrevive el bebé más prematuro del mundo
La pequeña ha nacido en Miami a las 21 semanas de gestación y, a pesar de que los médicos no le pronosticaban muchas posibilidades de sobrevivir, ya ha tomado su primer biberón y se prepara para irse a casa, a pesar de nacer con 284 gramos de peso y 24,13 centímetros de altura.
El doctor neonatólogo William Smalling del Baptist Children’s, hospital donde nació Amillia, ha reconocido que “la mayoría de estos bebés no sobrevive” y que el mero hecho de que la pequeña siga con vida “es un verdadero milagro”.
La bebé ha padecido dificultades respiratorias, una leve hemorragia cerebral y problemas digestivos que, aunque no le crearán problemas a largo plazo, motivaban que los médicos no fueran “muy optimistas”, tal y como afirmó Smalling, que también reconocía que “fue una atención excelente, pero también cuestión de suerte”.
Paul Fassbach, su médico desde el segundo día ha reconocido que “el cerebro es lo más importante, pero su pronóstico es excelente”.
La madre de Amillia, Sonja Taylor, no podía contener su alegría cuando su hija recibió el alta: “era difícil imaginar que llegaría tan lejos, pero ahora está empezando a parecer un bebé de verdad”.
La bebé ha estado en una incubadora y recibiendo oxígeno desde su nacimiento dentro de la unidad neonatal del hospital, dado que el nivel de supervivencia para un niño nacido a las 23 semanas de embarazo es del 30%.
Sus padres eligieron el nombre de Amillia que significa resistente, luchadora y trabajadora, por todo lo que la pequeña ha pasado.
Cuando los médicos afirmaron que Amillia era la niña más prematura que había sobrevivido, citaban el registro nacional de la Universidad de Iowa, que contiene listas de los bebés aparecidos en las publicaciones médicas y medios de comunicación.
Amillia tiene opciones de figurar en el Libro Guinness de los Récords.